sábado, 9 de enero de 2010

¿Qué clase de sistema habrá de reemplazar

a la democracia mexicana?

(Parte II)


Quisiera poder responder esa pregunta. Pero lo del nombre es lo de meno; si sus principios fueran que todos nos uniéramos para compartir acuerdos y desacuerdos, para corregir y también cagarla como lo hacen nuestros políticos pero arreglando de inmediato esos problemas. Si escucháramos nuestras necesidades entre nosotros con tolerancia podríamos llegar a un bien común.

Somos muchos y las necesidades son diferentes para todos pero… yo creo que sí es posible, al menos para mí y quiero creer esto, se que podemos lograr un punto de acuerdo donde los beneficiados seríamos todos.

Al menos es mi utopía… y para que una utopía deje de serlo, lo primero que tenemos que hacer es plantearla.

Empezando por la existencia de una sociedad CIVIL mexicana que no se deje más del maldito sistema, que él no nos domine a nosotros, sino nosotros a él.

Es desde luego una utopía...pero NUEVA UTOPÍA. Donde la sociedad no siga ajena a las cosas que suceden en nuestro país, que en verdad le interese. Donde sabemos que no estamos de acuerdo con que si suben los IMPUESTOs o crean otros nuevos. Donde exigimos que las promesas se cumplan. Donde actuemos violentamente o no, pero siempre exigiendo que se cumplan nuestros derechos. En resumidas cuentas que la gente este CONSIENTE y actuemos logrando un verdadero CAMBIO a favor de todos. Y no seguir construyendo una sociedad sobre estas ruinas. ¿Cómo hemos llegado a crear una sociedad tan estúpida?

Se nos olvido (si es que algún día hemos estados consientes de eso) que los políticos deben gobernar PARA EL PUEBLO y POR EL PUEBLO. Debemos (por que ya es un deber) dejar de escuchar y ver la Televisión donde nos mienten día con día; sobre todo esos dos grandes monstruos de Televisa y Televisión Azteca. Yo comenzaría por darle la espalda a los políticos, hacer caso omiso a las votaiones, despreciar a quienes se han enriquecido de forma desmedida, exhibiéndolos o haciendo escarnio público de ellos, ejerciendo el derecho que se tiene a la libertad, a través de la reflexión.

No se… tampoco soy una conocedora al 100% ciento de las leyes, economía, sociología… Pero lamentablemente y digo lamentablemente por que si hay ocasiones en las que quisiera hacerme de la vista gorda de todo lo que sucede en nuestro país y el mundo entero.

Siempre me he preguntando: ¿Por qué depositamos el poder en alguien? No soy socialista ni comunista ni capitalista. Soy totalmente apartidista. Los partidos políticos confrontan a los mexicanos, los divide, impiden la unidad entre nosotros.

¿Por qué el voto es secreto?

Si el voto fuera libre, si realmente fuera L-I-B-R-E, no tendría por qué ser secreto. Lo secreto no es libre, es esclavitud. Son dos dualidades que no encajan en la misma descripción.

El sistema electoral no está diseñado para que la gente dialogue y resuelva los problemas del país. Y menos le conviene que la gente piense y analice, pero sobre todo cuestione los asuntos de verdadero interés.

¿Unidad? à ¿Existe? ó es tan sólo tenernos ¿Tolerancia?

¿El bien común no se construye a base de grandes utopías?

El mismo Platón afirma que la ciudad ideal no tiene asiento en lugar alguno de la tierra’’.

En la Democracia hay poco espacio para la metafísica, para concepciones místicas de ‘’alma nacional’’ y la ‘’identidad profunda’’.

La delincuencia y el desempleo es la consecuencia de las injusticias sociales. Y las injusticias sociales es tan sólo un problema creado por el Capitalismo. En ese sistema que no nos damos cuenta que seguimos como hace siglos. Lo que antes llamaban súbditos, vasallos, sujetos, plebeyos… ahora se le denomina PUEBLO.

El dinero pareciera ser tan o más necesario como el agua y el fuego. La ignorancia de los hombres nos ha inducido a dar más valor, no a lo que es más útil, sino a lo que es más escaso.

‘’La naturaleza, como madre próvida, dispuso que las cosas mejores fuesen abundantes y fáciles de conseguir, como el aire, el agua y la tierra; y las viles y de ningún provecho las escondió más que aquellas que ayudan poco’’. (Tomás Moro)

El valor de los hombres se mide en el oro que poseen. Desterrar totalmente la codicia del dinero no usando de él para nada, evitando así muchas pesadumbres y arrancando las maldades de raíz. Porque, ¿Quién no sabe que los engaños, hurtos, robos, tumultos, alborotos, enemistades, motines, asesinatos, traiciones y venenos (que cada día son más frecuentes, y porque los castigos no bastan para evitarlos), todo ello desaparece si se desprecia el dinero?

Se utiliza el dinero con el pretexto de ahuyentar la pobreza, como si ésta solamente pudiera ser vencida con la riqueza. El dinero, esa riqueza; cerró el camino y estorbó el remedio.

La riqueza se levanta como diosa, a base de un mundo de miserables a los que pueda mandar y de quienes pueda triunfar, y cuyos desdichos la hagan resplandecer haciendo alarde de su poder y ostentación, con lo que se aflige y aumenta más la necesidad y la miseria.

Sustentarse sin comercio de dinero, sin el cual toda nobleza y esplendor se destruye y aniquila completamente.

Utilidad común à dejar en segundo término el propio interés. Somos egoístas; ‘’los ambiciosos que no se contentan con el beneficio de la vida y la belleza del mundo, tienen por castigo el no comprender la vida y el quedar insensibles a la utilidad y belleza del universo’’. (Leonardo Da Vinci)

¡Oh, miseria humana, a cuántas cosas te sometes por dinero! (Leonardo Da Vinci)

‘’¿Qué diremos de los ricos que se quedan con el salario de los trabajadores, no solamente con violencia y engaño, sino con el pretexto de las leyes? Así, lo que antes se tenía por injusto, como era el no recompensar con agradecimiento a los que habían hecho algún bien y servicio a la República, ahora esta ingratitud y perversión los ensalzan y califican con el nombre de justicia, estableciendo leyes nuevas sobre estas bases’’ (Tomás Moro).

Estas invenciones de los poderosos, adornados con los colores de la nación, se convierten en leyes; y los hombres perversos con codicia insaciable se reparten entre ellos los bienes que debían destinarse a la necesidad de todos ¡Qué lejos está esto del bienestar de la República!

Por último, y para el que lea este blog, que no se nos olvide a los mexicanos algo muy importante:

¡Aún somos Hombres de Maíz!… ¡carajo!

Aunque no les guste…


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