sábado, 9 de enero de 2010

‘’Parar el mundo, suspender nuestros juicios
y opiniones sobre la realidad’’
(Parte I)


…Acabar con el ‘’esto’’ y el ‘’aquello’’, el sí y el no, lo falso o verdadero, real o ilusorio, bonito o feo, bueno o malo, blanco o negro, en fin. Alcanzar ese estado dichoso de IMPARCIALIDAD, de eliminar los prejuicios y recuperar la visión - DIRECTA - del mundo. Comprender que hay algo más; que simples dualidades. Que somos millones de seres humanos diferentes (porque cada cabeza es un mundo de ideas) habitando este Planeta, este Continente, este País, este Estado, esta Ciudad, este Municipio, este PUEBLO (como le quieran llamar a sus limitaciones) y que nunca seremos iguales los unos con los otros, pero que esas pequeñas o grandes diferencias, en vez de unirnos, enriquecernos y aprender de los demás; esas diferencias son las que nos separan. Porque si no estas de acuerdo conmigo, estas mal. Y es entonces cuando coincido con Mafalda: ’Paren el mundo… que me quiero bajar’’.


Desde niños… no, desde niños no, desde que se provoca ese fenómeno de la fecundación, donde esa pequeña ‘’explosión’’ une a los genes. Ahí empieza todo. Nos empiezan a ‘’educar’’ que no hay términos medio; a dividir, catalogar, criticar y juzgar.

Somos domesticados como caballos, sin dejarnos ver hacia los lados. Nos ponen anteojeras para mirar solo de frente, siendo más fácil ser dirigidos y obedecer. Nuestra mente es manejada como un tubo, y viene a formar parte de esa interminable tubería que formamos todos los mexicanos: un gran laberinto.

Somos manejados como títeres, función en la cual, nosotros no somos los invitados. Los espectadores son los de arriba. Y como decía Segmund Freud: ‘’La fuerza mayor de un individuo es la asociación de varios débiles’’... El poderío de los unidos (ese gran Club de titiriteros) representa ahora lo que llamamos Derecho.

Pero… esta vez no hablo del Gobierno, este ahora, desempeña el trabajo del Peón. Ahora hablo de los que verdaderamente mandan, los dueños del Capital, los dueños del País, los dueños del Mundo y de los Recursos Naturales. Hablo del Virreinato que sigue existiendo en México y que nunca ha dejado de existir, nada más que ahora se le llama CAPITALISMO, MONOPOLIO, LATIFUNDIO O HACIENDA.


Ese SISTEMA nos vende cada día necesidades que NO nos hacen falta. Nos hemos vuelto seres totalmente materiales. Nos bombardean cada segundo de nuestra existencia a comprar, comprar y comprar. Trabajar para comprar; todo se vuelve un círculo vicioso. Hace unos siglos éramos menos personas poblando este mundo y había más pensadores, más filósofos, más gente que proponía. Y ahora que somos millones y millones ya casi no los hay. ¿Por qué? Por que somos ‘’educados’’ a NO PENSAR, a no preguntar, a no conocernos, vaya a no utilizar nuestro cerebro. A ser simplemente Robots para el sistema.

Las asociaciones sólo se forman para luchar contra un individuo ‘’demasiado poderoso’’, y desmembrándose una vez vencido éste. El primero que se sintiera más fuerte trataría nuevamente de dominar y el juego se repetiría sin cesar.

El hecho de que los hombres se dividan en dirigentes y dirigidos es una expresión de desigualdad innata e ¿irremediable?. Los subordinados forman la inmensa mayoría. No existe representatividad del pueblo, los políticos se representan a sí mismo y a los dueños del capital.

Todo hombre tiene derecho a una vida propia. Estamos obligados a construir otras cosas para derrocar este sistema y toda su clase política, pero la pregunta es:


¿Qué clase de sistema habrá de reemplazar
a la ‘’Democracia’’ mexicana?



(Continuará, neuronas en colapso…)

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