miércoles, 5 de mayo de 2010

México… resignado

Y es tanta la tiranía
de esta disimulación
que aunque de raros anhelos
se me hincha el corazón,
tengo miradas de reto
y voz de resignación.
Reyes


En México existen más de 39 mil zonas arqueológicas, pero sólo 173 están abiertas al público y el gobierno federal únicamente es dueño de seis: Palenque, Tulum, Teotihuacán, Cacaxtla, Cholula, El Templo Mayor y una parte de Tlatelolco.

Recientemente el gobierno de Yucatán adquirió los terrenos que ocupa la zona arqueológica de Chichén Itzá- considerada entre las principales capitales del mundo maya- por 220 millones de pesos a Hans Jürgen Thiens Barbachano, ex-propietario de estas tierras.

Pero… ¿Por qué pertenecen a particulares (en su mayoría de origen extranjero) 173 zonas arqueológicas que representan nuestras raíces; parte de lo que somos y no queremos ser?

Entre el mundo prehispánico y nosotros se abre una impalpable y transparente muralla: la de nuestra conciencia. Despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad. Sin embargo, vivimos ensimismados; la Historia de nuestro México es la del hombre que busca su origen. Estamos afrancesados, españolizados, agringados y muy por debajo, indigenistas. En esta larga carrera no logramos encontrar ¿quiénes somos?

Durante la Conquista fuimos arrancados de nuestras raíces y nos hacen creer que todas las diferencias entre el ‘’mundo’’ y nosotros son económicas. Pero nosotros, los mismos mexicanos nos hacemos sentir distintos, inferiores a los demás. No somos ni franceses, ni españoles, ni gringos y mucho menos mexicanos. Somos simples creyentes a cualquier cosa extraña o incoherente que nos vendan tratando siempre de imitar. No comprendemos solo queremos contemplar. El mexicano siempre está lejos, lejos del mundo, y de los demás. Lejos, también de sí mismo.

Procuramos ser resignados, pacientes y sufridos. Sobretodo la resignación es una de nuestras principales virtudes.

Y estamos tan resignados, que sólo contemplamos todas esas noticias negativas de nuestro México: una guerra contra el narco dejando miles de inocentes muertos como los estudiantes de Monterrey o los jóvenes baleados en una fiesta en Ciudad Juárez, políticos arañándose por el poder y sus privilegios sin importarles el pueblo, el asesinato de una niña convertida en una novela de medios como el caso Paullete, inventos de nuevas enfermedades como la influenza, incendios en guarderías sin responsables, zonas arqueológicas que creemos nuestras y en realidad pertenecen a particulares, en fin…

Nos tienen en estado de Shock, donde no nos dejan sanar una información cuando ya nos bombardearon con otra… y otra... y otra...

Gely P.